Visión general
El baloncesto es uno de los deportes más populares en Estados Unidos y muchos niños se divierten jugando cada año. Más de 500,000 personas reciben tratamiento cada año por lesiones relacionadas con el baloncesto. Pueden ocurrir lesiones a los niños que juegan en varios equipos durante todo el año o a los niños que solo juegan por diversión con sus amigos. La mayoría de estas lesiones se pueden prevenir con unos simples pasos.
Lesiones Comunes
El baloncesto es un juego acelerado con muchas carreras. Esto pone a los niños en riesgo de lesiones en el pie, el tobillo y la rodilla, incluidas las lesiones o fracturas de tejidos blandos. Los jugadores de baloncesto también suelen sufrir lesiones en los dedos. Pueden ocurrir lesiones graves por el contacto con una pelota u otro jugador. También pueden ocurrir lesiones por uso excesivo, como la tendinitis.
Cabeza: las conmociones cerebrales ocurren más comúnmente cuando un jugador es golpeado en la cabeza por una pelota u otro jugador o tropieza y golpea su cabeza en el suelo. Una conmoción cerebral no siempre implica pérdida de conciencia o desmayo. Los posibles síntomas de una conmoción cerebral incluyen dolor de cabeza, confusión, mareos, náuseas, vómitos o visión borrosa. Cualquier jugador con síntomas de conmoción cerebral debe ser evaluado por un profesional médico y autorizado antes de volver a jugar.
Brazo / Mano: Los músculos de los hombros pueden doler debido al lanzamiento excesivo por encima de la cabeza. Los dedos pueden atascarse o romperse por contacto con una pelota u otro jugador. Muchas lesiones en los dedos son leves, pero dolorosas. Si la hinchazón es mínima y el dedo puede flexionarse y extenderse completamente, es posible que el regreso al baloncesto no tarde mucho. Sin embargo, si hay una hinchazón significativa, especialmente con dificultad para doblar o enderezar la articulación, se recomienda la evaluación por un cirujano ortopédico pediátrico. Un dedo atascado a veces produce un hueso roto (fractura) que necesita cirugía (Figura 1). Las fracturas de dedo desplazadas tendrán un mejor resultado si se reconocen temprano.
Pierna / tobillo: las lesiones pueden incluir contusiones (contusiones), lesiones de ligamentos y huesos rotos (fracturas). Las lesiones de rodilla por uso excesivo pueden ocurrir con actividad repetitiva. Las lesiones por torsión y giro también pueden causar daño a los ligamentos dentro de las rodillas. El acondicionamiento de los músculos alrededor de la articulación de la rodilla puede ayudar a prevenirlos. Cualquier lesión en la rodilla debe evaluarse antes de que un jugador regrese a la cancha. Las lesiones de tobillo son muy comunes y pueden ser leves con un rápido regreso al juego o requieren una evaluación urgente (Figura 2). Los niños pequeños y los adolescentes en crecimiento pueden no tener una lesión evidente en sus radiografías, pero aún requieren una férula o yeso para ayudarlos a recuperarse y volver a jugar de manera segura. Cuando un jugador no puede soportar peso debido a dolor intenso e hinchazón, se recomienda una evaluación temprana por parte de un proveedor médico.
Prevención
Antes de jugar
Entrena para la temporada antes de que comience. El entrenamiento debe incluir ejercicio aeróbico, entrenamiento de fuerza y flexibilidad. Siempre calienta y estira antes de cada práctica o juego. Asegúrese de tomar suficientes líquidos antes, durante y después del juego.
Equipo
Zapatos: elija zapatos que se ajusten bien y ofrezcan soporte. Se prefieren los zapatos antideslizantes. Los soportes de tobillo pueden reducir el riesgo de esguinces.
Protección facial: los protectores bucales deben usarse en ligas competitivas para proteger los dientes y la boca. Use gafas de seguridad o protectores de vidrio para proteger los ojos.
Otro equipo: No use joyas durante la práctica o los juegos. Las rodilleras y coderas pueden prevenir lesiones. Se deben usar soportes atléticos.
Consejos de prevención de lesiones
Realice un examen físico previo a la temporada para identificar cualquier condición, lesión o déficit que pueda provocar lesiones durante la temporada.
Prepárese para la temporada aumentando gradualmente la actividad, como correr, entrenamiento de agilidad y entrenamiento de fuerza. Esto es muy importante si viene de un período de descanso.
Evite el sobreentrenamiento y el uso excesivo de lesiones tomando descansos durante todo el año. No juegues en más de un equipo a la vez. El entrenamiento cruzado o la práctica de un deporte diferente durante una temporada es una excelente manera de prevenir el uso excesivo de lesiones y el agotamiento.
Tenga en cuenta las condiciones de la corte. Los tribunales deben mantenerse adecuadamente para evitar lesiones. Jugar en condiciones húmedas puede aumentar las lesiones.
Juegue solo su posición y sepa dónde están otros jugadores en la cancha para reducir la posibilidad de colisiones.
No sostenga, bloquee, empuje ni haga tropezar a los oponentes.
Prepárate para el clima. Hidrátese bien antes de jugar, especialmente en días muy calurosos, y tome descansos de agua. Cúbrase durante las tormentas eléctricas.
Use zapatos que le queden bien. Tómese el tiempo para estirarse antes de practicar o jugar. Los atletas en crecimiento corren el riesgo de sufrir lesiones debido a la falta de flexibilidad.
Discuta la prevención de lesiones con su profesional de atención médica y entrenador. Pueden ocurrir afecciones médicas importantes incluso sin lesiones obvias y pueden dañar la espalda, las rodillas y los tobillos. Cuando ocurre una cojera persistente o el dolor hace que un atleta continúe perdiendo prácticas y juegos, es mejor ver a su cirujano ortopédico pediátrico para su evaluación.
Regreso seguro al juego
Un jugador lesionado no debe tener síntomas al volver a jugar. No deben tener dolor, ni hinchazón, rango de movimiento normal y volver a su fuerza anterior. Las lesiones de cadera, rodilla, tobillo y pie deberían haber mejorado lo suficiente como para permitir saltar solo en la pierna lesionada y el cirujano ortopédico pediátrico debería dar al jugador una liberación para el baloncesto. A menudo, los jugadores de baloncesto no pueden regresar a la competencia con un yeso en el brazo, a diferencia de otros deportes. Cualquier jugador que tenga una conmoción cerebral no debe tener síntomas, ya sea en reposo o con ejercicio, y debe ser autorizado por un médico antes de volver a jugar.